dimecres, 25 d’abril del 2018

LOS AMORES DE HÉRCULES

HÉRCULES Y HILAS



Cuenta la leyenda… "No somos los primeros mortales que vemos belleza allí donde hay belleza… No, incluso el hijo de Anfitrión, con su corazón de bronce, aquél que derrotó al salvaje león de Nemea, amaba a un muchacho encantador, Hilas, de largo y rizado cabello. Y, igual que un padre a un hijo amado, le enseñó todas las cosas que le hicieron poderoso y reputado".

Y fueron inseparables, tanto de noche como de día. Así, moldeó al joven según sus deseos y, al estar junto a él, consiguió que alcanzase la auténtica talla de un hombre. Cuando Jasón se hizo al mar tras el Vellocino de Oro, y todos los nobles fueron con él, de todas las ciudades, a la rica ciudad de Yolcos, también vino él, el hombre de los muchos trabajos, hijo de la noble Alcmena. Y el valiente Hilas, en la flor de la edad, fue con él a bordo del Argos, ese barco de gran frustre, para portar sus flechas y custodiar su arco.

Tras muchas aventuras, arribó un día el barco a la costa de Misia y los nobles héroes celebraron una competición para saber quién era el más fuerte. Uno tras otro, los héroes se fueron cansando, hasta que sólo quedaron Jasón y Hércules. Y tan poderosamente impulsaba Hércules su remo que los fuertes remaches del barco temblaban con cada impulso, hasta que finalmente el palo del remo, de madera y tan grueso como su propio antebrazo, se partió en dos. La mitad del remo cayó al mar y la otra mitad, con Hércules, al suelo del barco. Y se sentó en silencio, mirando alrededor suyo, porque sus manos no solían estar inactivas.

A pesar de su agotamiento, los demás héroes se volvieron a poner a remar y, al caer el día, llegaron al puerto misio de Kios, a la embocadura del río del mismo nombre. Como tenían buenas relaciones con ellos, los misios los acogieron cálidamente y satisficieron sus necesidades de provisiones y ovejas y gran cantidad de vino. Tras ello, algunos héroes reunieron madera seca, otros tomaron en las praderas grandes frazadas de hojas de árboles para hacer camastros mientras que otros se pusieron a frotar unos palos para empezar un fuego, mientras que otros mezclaban vino y agua en los peroles para preparar el festín, tras sacrificar uno de los corderos al anochecer (en honor a Apolo Delio) dios protector de los barcos zarandeados por las olas. Pero el hijo de Zeus, deseando que sus compañeros pudiesen disfrutar la fiesta, se adentró en un bosque para poder arrancar un abeto y hacerse un nuevo remo.
Mientras, Hilas tomó un cántaro de bronce y se alejó solo, buscando un manantial sagrado, con la intención de coger agua para la cena de Hércules y tenerlo todo dispuesto para él para la cena. Pues Hércules le había inculcado tales hábitos desde que lo tomó con él, siendo aún un niño, de manos de su padre Teidamas, rey de los Driopes, a quien había matado en una pelea por un buey.

Hilas se dirigió rápidamente al manantial, que la gente del lugar llamaba Pegas. Las danzas de las ninfas [espíritu de la naturaleza] acababan de empezar, porque era su costumbre de las que moraban el lugar honorar a Artemisa con cánticos y danzas por la noche. La jerarquía de aqué llas que habitaban en las cimas de las montañas y las cañadas era muy inferior de la de las que guardaban los bosques, pero Driope, una ninfa acuática, estaba incorporándose en el manantial, y vio al muchacho en su orilla, refulgiendo con ese matiz rosado de su belleza y dulce gracia, pues sobre él brillaba la luna llena, radiante en el cielo. Afrodita, la diosa del amor, hizo que su corazón flaquease y en su confusión, prácticamente enloqueció de amor.


En cuanto el incauto muchacho introdujo el cántaro en la corriente y el agua empezó a sonar al golpear contra el bronce, ella dejó caer su brazo izquierdo sobre el cuello de él, mientras reprimía las ganas de besar sus tiernos labios y, con su mano derecha, asió su hombro y le hizo caer en la niebla del remolino. Su grito ahogado sólo pudo ser oído por el héroe Polifemo, hijo de Elato. Inmediatamente, sacó su espada y se dirigió a Pega, temiendo que el joven hubiese sucumbido a bestias salvajes o a hombres que le hubiesen tendido una emboscada y se lo llevasen.

Pero el único resultado de su búsqueda fue el cántaro. Corriendo de un lado al otro, blandiendo su espada desnuda, dio con el propio Hércules, que avanzaba en la oscuridad. Le contó rápidamente lo ocurrido, con el corazón desbocado: "Mi pobre amigo, lamento ser portador de tan amargas noticias. Hilas ha ido al manantial y no ha podido volver, le oí cómo gritaba pidiendo ayuda, quizás víctima de ladrones que le han atacado y llevado consigo, quizás víctima de bestias que lo han desgarrado en pedazos".

Al oír Hércules esas palabras, brotó el sudor de sus sienes y le hirvió la sangre en su corazón airado. Iracundo, abatió el abeto y salió corriendo sin rumbo por el sendero; gritó tres veces "¡Hilas!" tan alto como pudo, con una voz tan profunda que no era suya, y el joven respondió tres veces, pero su voz apenas se oyó, atenuada por el agua.

Como el toro picado por el tábano, que ni atiende a su rebaño ni presta atención a sus pastores y ahora corre, ahora se para, así vagó sin rumbo fijo, Hércules furioso por el denso bosque, gritando a los lejos con aullidos fuertes y ensordecedores, cual bestia dolorida. Él y Polifemo buscaron toda la noche, e hicieron que se les uniesen todos los Misios, pero sin resultado, pues Hilas había sido seducido por las ninfas y se quedó a vivir con ellas en una cueva bajo el agua.



Reunió pues Hércules a todos los Misios y les amenazó con asolar su tierra si no descubrían cuál había sido la suerte de Hilas, estuviese vivo o muerto. Para apaciguarle, designaron a los hijos más nobles y se los dieron en prenda, jurando que jamás abandonarían la tarea de buscarle, en prueba de lo cual, mucho tiempo después, los Misios realizaban sacrificios en Prusa, cerca de Pegas.
El sacerdote pronunciaba su nombre y los otros vagaban por las montañas llamando a voces al hijo de Teiodamas. También buscaron en la ciudad de Tracis, donde Hércules envió a los chicos que le fueron mandados desde Kios como rehenes.

dijous, 19 d’abril del 2018

LOS AMORES DE HÉRCULES

HÉRCULES Y MEGARA



Megara fue la primera esposa del héroe griego Heracles (mejor conocido como Hércules). Ella era la hija del rey Creonte de Tebas, que le dio en matrimonio a Hércules en agradecimiento por su ayuda para recuperar el Reino de Creón de los Minias.

No se sabe nada de Megara antes de su matrimonio a Hércules. Él era el hijo de Zeus, rey de los dioses, y una mujer mortal llamada Alcmena. Zeus se casó con la diosa Hera, pero era bien sabido para sus asuntos con las mujeres mortales. Se transformó para aparecer como marido de Alcmena, durmió con ella y así concebida Hércules. Hera, que siempre estaba enfurecida por los romances de su marido, se dedicó a hacer la vida de Hércules tan miserable como posiblemente pudo. Su venganza se hizo difícil, ya que Hércules era un semidiós y posee fuerza sobrehumana y resistencia pero, aún así, ciertamente hizo lo imposible para tratar de destruirlo en cada oportunidad.


Historia de Megara desarrolla el paradigma de Hera interviene en la vida de Hércules cuando las cosas iban mejores para él y destruir su felicidad.
Hércules cuando escuchó que el vecino Reino de Tebas había sido tomada por Minias y el ejército derrotado, lideró un grupo de guerreros de Tebas a conducir los Minias hacia fuera y restaurar a Creón rey al trono. Creonte, en agradecimiento, le dio Megara como esposa.

Megara y Hércules tuvieron tres hijos (aunque algunas fuentes afirman que tuvieron ocho niños): Therimachus, Deicoon y Creontiades. La pareja era feliz con su familia hasta que fue llamado Hércules en una aventura y el Reino quedó indefenso. Una de las versiones cuenta que Hércules se va ha realizar el último de sus doce trabajos famosos y es en el inframundo intentando someter al perro de tres cabezas Cerbero. Poco después, un usurpador llamado Lico ha tomado el trono de Tebas en ausencia de Hércules, mató al rey Creón y ahora está obligando a Megara a casarse con él. La tensión de los juegos proviene de los caracteres esperando que Hércules llegara a tiempo para salvarlos de Lico y sus planes. Cuando Hércules finalmente llega a casa, derrota y mata Lico y entonces da gracias a los dioses para su oportuna llegada y la seguridad de su familia. Como está rezando, él es golpeado por Hera con una locura en la que cree que sus hijos son de Lico y que Megara es su adversario Hera, y mata a todos. Los juegos ambos terminan con Hércules en suicida remordimiento en sus obras y su primo Teseo le ayuda a lidiar con su pena. Sin embargo, Hércules no comenzará sus labores hasta después de la muerte de Megara y sus hijos.


En las más viejas versiones del mito, no hay ningún golpe de estado en Tebas y sin carácter de Lico. Megara y Hércules y sus hijos están viviendo felizmente en Tebas cuando Hera ataca Hércules con la locura que provoca para matar a sus hijos. En algunas versiones también mata a Megara mientras que en otros su destino no es mencionado (aunque parece que es asesinada o, de alguna manera, muere poco después puesto que nunca mencionó en sus historias otra vez). Al igual que en los juegos, Hércules es un suicida con dolor pero hablaron de suicidarse por su primo Teseo quien le dice que debe expiar sus pecados en lugar de sacar a través de la muerte de los cobardes. Hércules va al oráculo de Delfos para preguntar lo que debe hacer y es enviado a su primo, el Rey Eurystheus, que lo coloca a la tarea de sus doce trabajos para expiar sus pecados.

Historia de Megara siempre fue una tragedia muy popular y establecer el paradigma (en los mitos relativos a Hércules) de Hera interviene en la vida de Hércules en esos momentos cuando las cosas iban mejores para él y destruir su felicidad.
Segunda esposa de Hércules, Deyanira, desempeñaría un papel similar en su historia, pero, al menos, tenía una mano en su propia muerte. Megara siempre es retratada en los mitos como la inocente que, con sus hijos, sufre una muerte brutal y sin sentido. 


CURIOSIDAD: 

Representaciones de Megara, como la película animada de Disney Hércules (1997), le describen como un estafador que se redimió de su difícil pasado a través de su relación con el héroe. La historia de Hércules y Megara como fue muy bestial, Walt Disney intentó suavizar la historia. Su papel en la película de 2014 Hércules, aunque no exacta, está mucho más cerca de su representación tradicional. 
Es una representación donde nunca triunfa el amor, siempre acaba en tragedia.









LOS AMORES DE HÉRCULES

HÉRCULES Y DEYANIRA



Deyanira fue la segunda esposa del héroe griego y semidiós Herakles (mejor conocido como Hércules, hijo del dios Zeus y la mujer mortal Alcmena). Ella era la hija del rey Oeneus y reina Althaea de Calidón. Durante la época de famosos doce trabajos de Hércules, había cogido una especie de aventura de lado para navegar con Jasón y los argonautas y, en este viaje, conocimos al héroe Meleagro, hijo de Eneo. Cuando nació Meleagro, el destino predijo que él viviría hasta que un tronco, actualmente ardiendo en el hogar de la familia, se consumió. Su madre al instante le arrebató el registro desde el fuego, lo rociaron con agua y lo escondió en un armario. Muchos años más tarde, después de que Meleagro mató intencionalmente a sus hermanos tras el jabalí de Calidón, Althaea, en su dolor, obtenido el registro, lo arrojó al fuego y Meleagro murió. Hércules más tarde conocieron al espíritu de Meleagro durante su trabajo, cuando entró en el mundo terrenal para traer de vuelta el perro de tres cabezas Cerbero que custodiaban las puertas del Hades.





 Meleagro le dijo que estaba preocupado porque su hermana Deyanira seguía siendo soltera en la tierra. Preguntó Hércules para volver al plano mortal y casarse con ella para que ella no crecería antiguos e ignorados en casa de su padre. Hércules prometió al fantasma que se casaría con la mujer si fuese capaz.



Una vez que Hércules había terminado sus labores, luego tuvo muchos amores. Varios años pasaron antes de que Hércules y Deyanira se conociesen.
Deyanira como era muy hermosa tenía muchos pretendientes y muchos se querían casar con ella, pero no estaba interesada en casarse con ninguno de sus pretendientes y tampoco no había pensado en matrimonio, hasta que se enamoró profundamente de Hércules.
Hércules al conocerla se enamoró rápidamente de la hermosa princesa. El valiente Hércules se transformó en un toro y le rompieron uno de sus cuernos y no se lo devolverían hasta que el Dios había capitulado, que rápidamente hizo; Hércules y Deyanira entonces se casaron. 



La nueva pareja vivieron felices durante un tiempo en Calidón hasta que Hércules mató accidentalmente a Copero de su padre en ley. Aunque fue un accidente, y que fue perdonado por el rey, Hércules no puede perdonarse a sí mismo y entonces decide dejar el reino con Deyanira. En sus viajes, alcanzaron el río Eveno y allí conoció el Centauro Nessus quien ofreció continuar Deyanira a través de la espalda. Al llegar al otro lado, sin embargo, trató de violarla y Hércules le dispararon con una de sus flechas. Estas fueron las mismas flechas que Hércules había bañado en la sangre del monstruo de nueve cabezas conocida como la "Hidra" durante el segundo de sus doce trabajos para propina con veneno, como la sangre de la "Hidra" fue extremadamente venenosa.




Nessus, por lo tanto, estaba muriendo rápidamente como el veneno pulsado a través de él, cuando le dijo a Deyanira que su sangre poseía una cualidad especial como una poción de amor, y que ella debe tomar parte en un frasco. Si alguna vez se sintió que Hércules podría amar a otra mujer, dijo, debe rociar la sangre en su camisa y permanecería en amor con Deyanira para siempre, ni siquiera darse cuenta de otras mujeres. Nessus entendido, por supuesto, que su sangre envenenada ahora sería mortal para cualquier mortal, y esta fue su venganza por la flecha de Hércules.



Hércules y Deyanira dejaron el cadáver de Nessus junto al río. Se instalaron en la ciudad de Traquinia, comenzaron una familia y, otra vez, estaban felices por un tiempo hasta que Hércules fue a la guerra contra Euritos. Mató a Euritos y llevó a su hija Lole (quien había ganado antes en un concurso de tiro con arco pero ha rechazado su premio por Euritos) como su concubina. Otra versión del mito relata cómo ayudó a Artemis matar a un jabalí que estaba causando estragos en el Reino y fue dado Lole como un regalo.




Hércules entonces preparó un banquete de Victoria y avisó a Deyanira enviarle su mejor camisa para usar en el festival. Deyanira, temiendo que Hércules fuese más encariñada Lole ahora que de ella, empapada la camisa en la sangre de Nessus y luego arrastradas las manchas, dejando sólo el veneno. Tan pronto como Hércules se puso la camisa, él fue agarrado con agonía y empezó a arder. Rasgó la camisa de su cuerpo, pero el veneno fue injertado ya en su piel. Desde que era un semidiós, no podría morir rápidamente y tan sufrió que el veneno penetró en su cuerpo, y llegó a ser más y más débil hasta que se establece en una pira funeraria construyó, murió. Su parte inmortal fue tomada por su padre Zeus que habitan entre los dioses. Deyanira, darse cuenta de que había sido engañada por Nessus y había matado a su marido, se ahorcó.




dijous, 12 d’abril del 2018

CLEOPATRA



CLEOPATRA




El personaje de Cleopatra fue muy famoso por su gran inteligencia y porque fue la reina más joven de Egipto.  Es una de las figuras más recordadas del Antiguo Egipto.

Cleopatra, cuyo nombre significa "gloria de su padre", nació 68 a.C., en la capital de Egipto, Alejandría. Su padre fue Ptolomeo XII y su madre fue Cleopatra VI, aunque otras fuentes aseguran que era hija de una egipcia de clase alta. Cuando ascendió al trono de Egipto, a los 18 años, Cleopatra ya había desarrollado un atractivo irresistible, fruto de una intensa educación y de su presunta belleza. Su figura está irremediablemente ligada a los últimos años de la historia de Egipto.
Tras la muerte de Alejandro Magno, sus generales se repartieron el inmenso imperio que él había reunido. Ptolomeo XII adquirió el territorio de Egipto, nombrándose faraón e iniciando la dinastía, época que se conoce con el nombre de ptolemaica. Sus sucesores gobernaron Egipto concediendo poca atención a la milenaria cultura faraónica, mientras Roma dominaba el Mediterráneo. En un periodo de suma inestabilidad, los egipcios entronaron a Ptolomeo XII y tuvo una hija Cleopatra que se convertiría en la futura reina de Egipto.
Ptolomeo XII, famoso por su afición a fiestas y a banquetes, gestionó el país de manera desastrosa y fue expulsado por los alejandrinos. Cleopatra asumió el trono de Egipto. La joven faraona, que amaba la historia de su país, podía hablar y leer la lengua faraónica, uno de los motivos por el cual se captó el reconocimiento de sus súbditos egipcios pese a su educación puramente griega.
Lo cierto es que Cleopatra supo conquistar el corazón de hombres tan poderosos como Julio César o Marco Antonio, con los que tuvo uno y tres hijos respectivamente.

Después de la muerte de Julio César, Cleopatra temía ser acusada de conspiración por asesinato, por lo que comenzó a relacionarse con los más altos cargos del Imperio Romano y alineó con Marco Antonio, quien gobernó Roma durante el vacío de poder surgido tras la muerte de César.
Después de perder la batalla de Actium contra las fuerzas de Octavio, Marco Antonio se suicidó y Cleopatra siguió su ejemplo.
Aún hoy en día la ubicación de sus restos es un misterio: se sigue buscando la tumba de Cleopatra. 




En la imagen se encuentran la hermosa Cleopatra con su hijo. También se encuentran los sirvientes de la faraona.


En la imagen se encuentran Julio César con su amada Cleopatra.




En la imagen se encuentran Cleopatra con Octavio.


En la imagen se encuentran Marco Antonio con su amada Cleopatra. 


En la imagen se encuentran Marco Antonio con su amada Cleopatra. Un romance intenso que terminó en tragedia. 

CURIOSIDAD:
Se hizo una película de la vida y de lo que tuvo que pasar Cleopatra. Protagonizada por la hermosa actriz de Hollywood Elizabeth Taylor como Cleopatra.

Cartel de la película

Resultado de imagen de elizabeth taylor CLEOPATRA CON JULIO CESAR
Julio César con Cleopatra.

































Marco Antonio con Cleopatra.






dijous, 5 d’abril del 2018

PERSEO (MARTA)

PERSEO



Resumen:

Encerró a Dánae en una habitación secreta de su palacio para que ningún hombre pudiera embarazarla, pero el dios Zeus que había estado observando la belleza de la joven, bajó convertido en lluvia dorada y la sedujo, provocando que esta diera luz a Perseo.
Acrisio al ver que sus planes habían fallado, los puso a ambos en un cofre de madera que tiró al oceano. Pero Dánae y Perseo llegaron hasta la costa de la isla de Séfiros, en donde un hombre llamado Dictis los acogió y crió al niño como propio. Tiempo después, Perseo ya convertido en un muchacho, fue a enfrentarse con Medusa, un monstruo que aterrorizaba a la población con sus cabellos de serpiente y su mirada que convertía a las personas en piedra.  Venció a la Gorgona Medusa cortándole la cabeza y fue testigo del nacimiento de Pegaso. Luego Petrificó al titan Atlas. Después, exterminó al monstruo marino Ceto logrando liberar a Andrómeda, quien después se casó con ella. Por último, cumplió la profecía de acabar con su Abuelo accidentalmente con una jabalina en una competencia. Así vivió felizmente en el reino de Argos al lado de su mujer. Cuando murieron se convirtieron en constelaciones. 





Aquí se ve como Dánae está encerrada en el desván de su tío, y le cae el polvo de oro (era Zeus) dónde el cual la sedució y dio a luz a Perseo.







En la imagen se observa como Acrisio abandona a madre e hijo en una barca a la deriva sin comida ni bebida para que murieran pero en lugar de eso llegan a la isla de Sérifos donde Dictis los recoge.






El rey lo reta a ir a matar a medusa ya que no deja que se case con su madre y éste acepta. Como Zeus sabía que no podía hacerlo sin ayuda, pide ayuda a otros dioses y le proporcionan diferentes cosas: Hades le da un casco con el que se puede volver invisible, Hermes unas sandalias aladas y Atena una hoz. Así consiguió vencerla, cortándole la cabeza.


                                                                 



Perseo ve al titan Atlas sosteniendo el mundo, el castigo que le impuso Zeus, y compadeciéndose por él lo convierte en piedra y vuelve a casa con la cabeza de Medusa.







Justamente cuando su madre se iba a casar con el rey llega Perseo y los petrifica con la cabeza de medusa, y se convierten todos en piedra.





Perseo decide participar en los juegos y compite en el lanzamiento de disco. El disco va a la grada donde están los espectadores y alcanza a uno de ellos: Acrisio, su abuelo que lo mata instantáneamente, tal como lo predecía el oráculo.





Finalmente se casan y viven felizmente en el reino de Argos hasta el día de su muerte.




Cuando mueren los dioses los convierten en constelaciones.








Perseo (Andrea)

PERSEO 



Antes de contar la historia del valiente Perseo, hay que contar la historia de su madre Danae. 
Todo empieza en Argos, cuando el rey Acrisio tuvo una hija muy hermosa llamada Danae. Pero un oráculo lo avisó que el hijo de su hija le causaría la muerte. 
Inmediatamente, Acrisio cerró a su hija Danae en un subterráneo protegido por unas puertas de bronce. 
Poco después, Zeus (el dios de los dioses) pudo entrar, después de convertirse en una lluvia de oro, es una de sus habituales transformaciones que utilizaba para seducir a sus amantes. Zeus y Danae se unieron y Danae concibió a Perseo. 




Entonces el malvado Acrisio, abandonó a su hija y a su nieto en una barca dentro de una caja a la deriva sin comida ni agua para que muriesen. Sin embargo, llegaron a la isla de Serifos, donde les recogió Dictis, un pescador hermano del rey Polidectes.


  


Con el tiempo, Perseo se hizo un hombre y el rey comenzó a molestar a Danae con insistentes proposiciones de matrimonio. Danae, con el apoyo de su hijo, se negaba. Poco después, Polidectes desafió a Perseo matar la Medusa y llevarlo defecto la cabeza como prueba. El chico aceptó inmediatamente el reto.

La Medusa era una de las Gorgonas, monstruos con alas y unas garras y unos colmillos terroríficos y con una melena de serpientes venenosas. Pero su arma más terrible era su mirada, que convertía los hombres en piedra.




Zeus, como sabía que su hijo no saldría de esta, pidió a otros dioses que lo ayudaran. Hades (dios de la guerra y la muerte), le dio un casco con el poder de hacerle invisible, Hermes (el mensajero de los dioses), le dio unas sandalias aladas y una hoz, y Atenea (diosa de la guerra), le dio un escudo que reflejaba como un espejo, con la advertencia de que mirara siempre la Medusa a través del escudo y no directamente porque si no se convertiría en piedra. 






Perseo llegó al monte de Atlas, donde vivía las Grayas, hermanas de las Gorgonas, que tenían sólo un ojo y un diente para todas tres. Perseo como era muy listo les tomó y les exigió que le indicaran el camino hacia la Medusa. 



Entonces, Perseo por fin llegó a la cueva donde se encontraba Medusa. Cuando tuvo la Medusa a su alcance, el chico, sin girarse, le cortó la cabeza. Del contacto de las gotas de sangre de Medusa con el suelo, nació Pegaso, el caballo alado. Finalmente, Perseo puso dentro de un zurrón de ropa, ya que, muerta i todo, su mirada no había perdido su poder petrificador. 







Perseo volvía volando sobre el norte de África al ver el titán Atlas sosteniendo el mundo, castigo que Zeus le impuso para siempre cuando encabezó la revuelta de los titanes contra los dioses olímpicos. Perseo tuvo piedad de su sufrimiento y el volvió piedra con la cabeza de Medusa, por ello, actualmente en la cadena montañosa se llama Atlas.



Poco después, Perseo se encontró a una joven hermosísima, se llamaba Andrómeda (hija de Cefeo, rey de Etiopía), encadenada desnuda a un acantilado sobre el mar. Perseo la liberó y le ofreció la capa para cubrirse. La madre de esta Casiopea, había dicho que tanto ella como su hija eran más hermosas que las Nereidas (ninfas del mar). Estas enojadas, se quejaron a Poseidon, al que había enviado un monstruo a asoló Etiopía. Solamente había una manera de aplacar la ira de Poseidon, según un oráculo consultado: que el rey sacrificara a su hija al monstruo. 
Cuando la chica terminó de contarle la historia a Perseo, de repente el monstruo salió del mar. Perseo, consiguió matarlo y pidió casarse con ella. Pero tuvo que enfrentarse a Fineo que la pretendía. 
Finalmente, Perseo le enseñó la cabeza de Medusa y se transformó inmediatamente en piedra. Entonces, el rey, en agradecimiento, le dio la mano de su hija.   







A continuación, Perseo volvió a buscar a su madre a Serifos y llegó justo el día que el rey quería obligarla a casarse con él. Cuando Perseo entró en el palacio de Polidectes, sacó la cabeza de Medusa delante suyo, así pues los convirtió a todos en piedra. 




Tiempo después, Perseo devolvió los presentes a los dioses. La cabeza de Medusa se la entregó a Atenea, que la fijó para siempre a la égida. 



Un buen día, Perseo fue a unos Juegos Olímpicos que se celebraban en Argos para probar su habilidad en el lanzamiento del disco. Acrisio, todavía no sabía que Perseo en realidad era su nieto. En lanzar el disco, Perseo resbaló y el disco se desvió hacia la tribuna donde estaba Acrisio y lo mató instantaneamente.  




Finalmente el oráculo se cumplió. Perseo sucedió a su abuelo en el reino de Argos, en donde vivió feliz al lado de Andrómeda. Cuando murieron ambos, los dioses los convirtieron en sendas constelaciones. 




















HYPATIA DE ALEJANDRÍA

HYPATIA En el siglo IV a.C., las mujeres estaban discriminadas en la sociedad. Las mujeres que se dedicaban a la ciencia y eran intel...