PÍRAMO Y TISBE
En la
versión clásica, Píramo y Tisbe habían crecido juntos en la ciudad de
Babilonia, en Mesopotamia, viviendo toda su vida en casas adyacentes. Su amor
era conocido desde siempre por sus padres, que no les permitían casarse ni
tener contacto. No obstante, un hueco en la pared les permitía comunicarse y
decirse palabras de amor en secreto.
Una noche decidieron salir y encontrarse a
escondidas junto a una morera, a las afueras de la ciudad. Tisbe fue la primera
en salir, cubierta con un velo para pasar desapercibida. Pero mientras esperaba
junto a la morera la llegada de Píramo, una leona sedienta se acercó con el
hocico aún cubierto de sangre, después de haber devorado a un buey, para beber
en un manantial cercano. La joven huyó aterrada hasta una cueva cercana, pero
perdió el velo. La leona se acercó y olió el velo, manchándolo con la sangre
del buey.
Poco después llegó Píramo y, descubriendo las huellas de la leona
junto al velo ensangrentado, no pudo aguantar la desesperación. Creyó que la
sangre era de Tisbe que había sido devorada y se clavó su propia espada junto a
la morera, inundando el suelo y las raíces con su sangre y haciendo que los
frutos blancos se volviesen rojos desde entonces. Poco después apareció Tisbe
y, al encontrar el cuerpo de su amado junto al velo, supo de inmediato lo que
había ocurrido.
Descorazonada, se clavó la espada de Píramo mientras pedía
descansar eternamente junto a su amado y que el fruto se volviese negro en su
memoria. Los dioses escucharon su último deseo y se lo concedieron. Los padres
de Píramo y Tisbe quemaron sus restos en la misma urna.
ROMEO Y JULIETA
Todos los personajes de "El sueño de una noche
de verano", la deliciosa obra de Shakespeare, se sorprenderían al saber que los
personajes de Píramo y Tisbe eran ya bien conocidos en la mitología griega.
Lejos del tratamiento de farsa del autor inglés, la historia que se contaba
antiguamente era muy triste.
Comenzamos con un poco de acción: un duelo entre los sirvientes de dos familias rivales de Verona: los Montesco y los Capuleto. Tras envainar las espadas, el príncipe de Verona hace su aparición para declarar que la próxima persona que inicie una pelea morirá, y esta vez lo dice en serio.
Después llega Romeo Montesco, que no para de soñar con una tal Rosalinda. Entretanto, Julieta Capuleto, una muchachita de trece años, acaba de enterarse que Paris, el soltero más codiciado de Verona, está interesado en ella. Se verán esa noche en el baile de máscaras que se celebra en la casa de los Capuleto. Romeo y sus amigos deciden disfrazarse y colarse en el baile, ya que Rosalinda forma parte de la lista de invitados.
Los hechos toman un giro inesperado cuando Romeo conoce a Julieta. Como cabe esperar, se enamoran al instante, pero no tardan en descubrir que pertenecen a familias rivales. Una situación nefasta, pero dado que son dos adolescentes locos de amor, se reúnen en secreto y deciden casarse. Romeo acuerda con Fray Lorenzo la organización de la boda, y Julieta consigue que su niñera actúe como mediadora. Esta se reúne con Romeo y su amigo Mercutio y acuerdan llevar a Julieta junto a Fray Lorenzo.
Benvolio, otro miembro de los Montesco, se encuentra con Teobaldo Capuleto, a quien no le sentó nada bien que los Montesco se hubieran infiltrado en la fiesta de su familia. Romeo, recién casado, se ve envuelto en una situación muy tensa, que empeora cuando Teobaldo mata a Mercutio y Romeo a su vez da muerte a Teobaldo. Nuestro protagonista masculino huye rápidamente, pero el príncipe acaba desterrándolo.
Julieta se entera por su niñera de que su marido acaba de asesinar a su primo, pero aunque la noticia la entristece, no la afecta lo suficiente como para dejar de pensar en su noche de bodas. La niñera encuentra a Romeo escondido en la casa de Fray Lorenzo y este trama un plan. Deciden que Romeo pase la noche de bodas con Julieta, y que después abandone la ciudad hasta que al fraile se le ocurra la forma de que el príncipe de Verona lo perdone.
Entretanto, en la casa de los Capuleto, el patriarca llega a la conclusión de que solo un enlace podrá alegrar a Julieta. Tras la maravillosa y romántica noche de bodas de Julieta, esta descubre que debe casarse con Paris en dos días. Incluso su niñera está de acuerdo, ya que para ella es como si Romeo estuviera muerto.
Julieta corre a la casa de Fray Lorenzo, donde se da un extraño beso con Paris y después amenaza con suicidarse. Al fraile se le ocurre un plan infalible y que no entraña riesgo alguno : tomar un brebaje que la haga parecer muerta durante 42 horas. De modo que Julieta regresa a casa, acepta desposarse con Paris y toma el veneno para que la lleven al panteón familiar donde se reunirá con Romeo, y todos puedan vivir felices para siempre.
Desgraciadamente, Romeo, que en ese momento está en Mantua, se entera de la "muerte" de Julieta antes que del plan del fraile. Se le ocurre entonces la maravillosa idea de comprar veneno para ir a la tumba donde se encuentra Julieta y quitarse la vida, no sin antes matar a Paris y pasar un rato al lado del cuerpo "sin vida" de su amada.
Finalmente, ingiere el veneno y muere justo cuando Julieta despierta. El fraile, que aparece en un momento dado, intenta convencer a Julieta de que huya, pero ella se niega y se clava una daga. Es justo entonces cuando aparece literalmente todo el mundo al mismo tiempo y hallan los cuerpos sin vida de los amantes. Fray Lorenzo confiesa todo y los patriarcas de las dos familias, conmovidos por la historia de amor de los jóvenes, deciden poner fin a sus rivalidades.
RELACIÓN ENTRE LAS DOS HISTORIAS:
Las dos historias nos cuentan dos historias de amores imposibles que dan fruto a una relación secreta. Finalmente, los personajes principales terminan muertos convirtiéndose en una trágica historia.
Sí, es cierto que William Shakespeare se basó en la historia clásica de Píramo y Tisbe.